La Unión Obrera Ladrillera de la República Argentina (UOLRA) anunció su adhesión a la movilización convocada por la CGT para el próximo 7 de marzo, al tiempo que denunció que "la industria de la construcción perdió más de 245.000 empleos" desde mediados de 2016.

El gremio ratifica así lo denunciado la semana pasada por su titular, Luis Cáceres, quien se había referido a “la caída” en la actividad de la construcción, lo que repercute en despidos y suspensiones en el sector.

“La política económica del Gobierno empuja a una situación crítica", indicó el sindicato y auguró que "la clase trabajadora enfrentará serios problemas este año" a raíz de la caída en la producción y los consecuentes despidos y suspensiones.

"Desde mediados de 2016 cae la actividad y, según las cifras de la Cámara Argentina de la Construcción (CACV), la industria se ubica en un 7 por ciento por debajo del guarismo interanual, lo que implica un saldo de 245.466 despedidos y suspendidos", destacó el gremio ladrillero.

Cáceres, incluso, señaló que las medidas prometidas por el Estado para reactivar la obra pública aún "no se ejecutaron", advirtiendo que a diario "se observa la acumulación del stock de ladrillos en las fábricas, ya que no se vende porque no se construye, todo lo cual produce una crítica situación".

El sindicalista sostuvo además que el nivel del salario de los trabajadores y, en especial, de los más humildes "es delicado" a partir del "incesante aumento de precios, la inflación descontrolada y el techo de aumento de 18 por ciento que rige para las negociaciones paritarias, que atenta contra la subsistencia".

También denunció las eventuales "reformas laborales” porque, dijo, “se trata de ajuste, recesión y bajo consumo, lo que genera el cierre de industrias y, por lo tanto, más desempleo, por lo que es preciso revertir el cuadro este año".