En Córdoba en el contexto de un plenario del que participó el ministro de Justicia Julio Alak, varios fiscales y procuradores generales de todas las provincias acordaron articular el trabajo de prevención de nuevos hechos delictivos que alteren el orden público y la paz social, al tiempo que aseguraron dar "máxima celeridad" a la investigación de los saqueos ocurridos en varios puntos del país.
Como producto del encuentro las autoridades suscribieron un acuerdo denominado "Declaración de Córdoba" que tiene tres ejes:
1) Fortalecer las estructuras de los ministerios públicos fiscales para realizar la más estricta y eficiente investigación de los hechos (saqueos, alteraciones del orden público, etc.) ocurridos en sus respectivas jurisdicciones, para garantizar la aplicación de las sanciones correspondientes.
2) Articular con el Poder Ejecutivo de cada provincia políticas de persecución penal para dar a la sociedad una clara señal de la vocación del Estado de castigar todo tipo de hecho delictivo como los sucedidos en los últimos días.
3) Coordinar, con la intervención del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, la actuación de los Ministerios Públicos Fiscales de cada provincia para establecer una respuesta uniforme a las acciones que reconozcan una misma naturaleza.
Los procuradores y fiscales generales de las diferentes provincias están agrupados en el Consejo Federal de Política Criminal y el Consejo de Procuradores, Fiscales, Defensores y Asesores Generales de la República Argentina.
Además, participaron del encuentro los procuradores generales de Buenos Aires, María del Carmen Falbo; de La Pampa, Mario Bongianino; de Salta, Pablo Viñals; de Córdoba, María Cáceres; de Santa Fe, Agustín Basso, y de San Luis, Fernando Estrada. También los fiscales generales de Córdoba, Darío Betsaro; de Corrientes, Pedro Sotelo; de Santiago del Estero, Luis de la Rúa; de Entre Ríos, Jorge García; de Catamarca, Enrique Lilljebal; de Formosa, Claudio Aguirre; de La Rioja, Hugo Montivero, y de Misiones, Miguel Piñero.

En Córdoba en el contexto de un plenario del que participó el ministro de Justicia Julio Alak, varios fiscales y procuradores generales de todas las provincias acordaron articular el trabajo de prevención de nuevos hechos delictivos que alteren el orden público y la paz social, al tiempo que aseguraron dar "máxima celeridad" a la investigación de los saqueos ocurridos en varios puntos del país.

Como producto del encuentro las autoridades suscribieron un acuerdo denominado "Declaración de Córdoba" que tiene tres ejes: 1) Fortalecer las estructuras de los ministerios públicos fiscales para realizar la más estricta y eficiente investigación de los hechos (saqueos, alteraciones del orden público, etc.) ocurridos en sus respectivas jurisdicciones, para garantizar la aplicación de las sanciones correspondientes.

2) Articular con el Poder Ejecutivo de cada provincia políticas de persecución penal para dar a la sociedad una clara señal de la vocación del Estado de castigar todo tipo de hecho delictivo como los sucedidos en los últimos días.

3) Coordinar, con la intervención del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, la actuación de los Ministerios Públicos Fiscales de cada provincia para establecer una respuesta uniforme a las acciones que reconozcan una misma naturaleza.

Los procuradores y fiscales generales de las diferentes provincias están agrupados en el Consejo Federal de Política Criminal y el Consejo de Procuradores, Fiscales, Defensores y Asesores Generales de la República Argentina.Además, participaron del encuentro los procuradores generales de Buenos Aires, María del Carmen Falbo; de La Pampa, Mario Bongianino; de Salta, Pablo Viñals; de Córdoba, María Cáceres; de Santa Fe, Agustín Basso, y de San Luis, Fernando Estrada.

También los fiscales generales de Córdoba, Darío Betsaro; de Corrientes, Pedro Sotelo; de Santiago del Estero, Luis de la Rúa; de Entre Ríos, Jorge García; de Catamarca, Enrique Lilljebal; de Formosa, Claudio Aguirre; de La Rioja, Hugo Montivero, y de Misiones, Miguel Piñero.