La lechuga:

A partir de un pequeño tronco de lechuga comprada o cosechada en el huerto, podés tener una nueva lechuga. Lo bueno es que será una lechuga más saludable que la que podés comprar en el supermercado.

El espárrago:

No es de cosecha rápida porque tarda en madurar, pero una vez establecido, el espárrago es capaz de proveer delicias frescas cada año. Si bien es posible empezar a cultivar espárrago desde las semillas, podés acelerar el proceso de la primera cosecha en un año o dos al plantar tallos maduros. Los tallos son muy comunes en centros de jardinería durante la primavera.

La albahaca:

Selecciona algunos tallos de 10 cm aproximadamente y dejarlos en un vaso con agua donde les llegue luz directa. Cuando las raíces crezcan hasta los 2 cm, plantalos en una maceta y ya tendrás tu planta de albahaca para condimentar tus comidas.

La zanahoria:

Los pasos son sencillos, sólo debes cortar la parte de arriba de la zanahoria y meterla en agua unos días para ver cómo evoluciona, siempre teniendo cuidado de que no se pudra. Con este sencillo video y con paciencia, conseguirás que vuelva a rebrotar la zanahoria a partir de este pequeño bulbo.