Colin Furze se hizo famoso por sus extravagantes inventos: en su currículum hay desde un monopatín ultra rápido, hasta una motocicleta “trucada” para alcanzar los 111 kilómetros por hora. Ahora, este británico, de 33 años, creó un cochecito de bebé con motor incorporado que podrá alcanzar los 80 kilómetros por hora.


Como si se tratara de una broma de “Jackass”, el invento fue probado en circuitos cerrados y con muñecos en lugar de bebés. El cochecito incluye un motor, dos potentes tubos de escape y una plataforma para que el conductor pueda apoyar los pies y circular a la velocidad deseada.


Para reforzar la seguridad, el cochecito está hecho de metal, para ser más resistente en caso de colisión. Suponiendo, claro, que alguien quiera poner a su hijo en este alocado aparato.