Hace mucho tiempo que los metros delegados vienen reclamando medidas para intentar paliar un poco las condiciones insalubres que sufren los trabajadores en los subterráneos de Buenos Aires. 

La exposición al asbesto, un mineral cancerígeno que se encuentra en la formaciones de subtes, generó grandes complicaciones de salud e incluso la muerte de trabajadores. 

El caso más resonante fue el reciente fallecimiento por cáncer de Jorge Pacci, por haber estado expuesto a este componente cuando -según declaró su familia- era un hombre completamente sano. Luego de su muerte se comprobó la existencia de este tóxico en su sistema.

Por eso los trabajadores del subte vienen reclamando una reducción de la carga horaria y agregar un Franco más a su jornada de seis días por semana. Pero desde las empresas y desde el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires hacen oídos sordos.