No hay foto, no hay imagen que haya circulado en los medios desde que se conoció la noticia de la desaparición forzosa de Santiago Maldonado en la que el joven aparezca enojado o molesto. Y ante la falta de material real, el Grupo Clarín se la dibujó, literlamente.

El gesto que nunca vimos en las fotos de Santiago lo creó el dibujante Hermenegildo Sábat. El mismo que, allá por el conflicto del campo, en 2008, le puso una cinta cruzada a la boca de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

La intencionada caricatura, ilustra la nota Eduardo van der Kooy, publicada el miércoles pasado, en el diario de la cornetita, titulada "Son horas de mucho desconcierto". Es que para el medio que siguió todas las hipótesis posibles, menos la única que se sostiene en la Justicia, que la Gendarmería está involucrada en la desaparición, ahora lo que hay es "una ola de incertidumbre".

"La Argentina navega una incertidumbre que se agiganta cada día por la desaparición de Santiago Maldonado, ocurrida durante el primer día de agosto", dice Van Der Kooy, cuando más bien lo único que crece es la certeza de que todas las hipótesis del caso que no apuntan a las fuerzas estatales se caen.