El calvario del Chapu Martínez y de las personas que compraron las entradas pero nunca las recibieron comenzó cuando se contactaron con la empresa Starmine Agency, cuyo dueño es Julián Ariel Bisignano y se dedicaba a conseguir entradas para el ingreso a los estadios de fútbol a los turistas que llegan a Buenos Aires.

El instagramer compró entradas para los tres partidos de la fase de grupos del seleccionado dirigido por Scaloni, a un valor de US$1.900, de las cuales abonó una seña de US$ 900.

La empresa les fue cambiando la fecha de entrega de los tickets, supuestamente porque la AFA no las había puesto a disposición, por lo que la fecha se corrió de mediados de octubre para fines de ese mismo mes y al final para noviembre. Sin embargo las entradas nunca aparecieron.

Cuando Martínez quiso comunicarse con Bisignano éste lo bloqueó en WhatsApp, cerró su cuenta y la de la empresa de Instagram, también la del sitio web de la compañía Starmine Agency y desapareció.