Con el objetivo de avanzar en la investigación, ordenaron hacer una autopsia psicológica. La pericia sirve para reconstruir los últimos meses de la vida de la adolescente de 15 años que apareció muerta en una playa de Valizas.

En concreto, la prueba apunta a reconstruir los últimos meses de la víctima previo a su fallecimiento, en torno a elementos como testimonios de familiares, amigos y personas cercanos.

También incluye todos aquellos datos e información que pueda servir para aclarar las causas y las circunstancias en las que falleció una persona.

Tradicionalmente la autopsia psicológica se realizaba en casos donde se presuponía que la víctima falleció por suicidio. Pero desde hace un tiempo se extendió a investigaciones de otra naturaleza, como es el caso del asesinato de Lola.

El estudio se lleva a cabo por un perito experto en psicología forense que lidera un estudio retrospectivo indirecto de la conducta, personalidad y estado emocional previos al fallecimiento.

Con ese objetivo, el perito recurre a todas las fuentes de datos disponibles y accesibles que le permitan reunir toda la información necesaria para establecer cuál era el comportamiento de la persona previo a su muerte. También se hace una investigación en el lugar donde se encontró el cuerpo y se analizan los objetos personales de la víctima, como su ropa, calzado, artículos de arreglo personal, cuadernos, diarios, y correspondencia.