El operativo es fácil. La mujer se pone a una corta distancia de un auto que está estacionando. Espera a que el dueño lo cierre y con un inhibidor de señal impide que el sistema cierre las puertas pero el dueño no se da cuenta.

Deja pasar unos minutos y como si fuera la legítima dueña abre el auto y se roba todo lo que encuentra en su interior.

En este caso se llevó un gran botín ya que según declaró el damnificado había realizado algunas compras y tenía aparatos tecnológicos en el auto.

La mujer se robo hasta los documentos personales del hombre.