Los requisitos son simples, hay que ser estadounidense y expresar en un video la intención de participar en el experimento. 

Las parejas tendrán un colchón diferente por semana y aunque las pruebas se harán en la intimidad de sus hogares, deberán evaluar características como la firmeza, el ruido y la capacidad de rebotar que tenga el producto.

Como retribución cada pareja recibirá 3000 dólares y, obviamente, el colchón de su preferencia.

Como era de esperarse la convocatoria se hizo viral al instante y llegaron cientos de solicitudes para participar.