La imagen es desesperante porque el hombre que recibe el impacto queda tirado en el suelo sin moverse, apenas convulsionando con los brazos ante la mirada de la familia del golpeador.

La madre discutía con la cajera del estacionamiento porque aparentemente le habían rayado el auto, cuando su hijo golpeó sin aviso y a traición al empleado del establecimiento con un derechazo que acertó justo en su rostro y que lo hizo caer al suelo por el impacto..

El hombre, de sesenta años, fue internado con un coágulo en la cabeza por el golpe recibido y el agresor se entregó ante el fiscal de la causa.