El titular de la Anses, Emilio Basavilbaso, confirmó que la moratoria previsional no continuará en vigencia: la alarma se enciende ya que casi dos millones y medio de mujeres que pudieron acceder al derecho de la jubilación, a pesar de que trabajaron muchos años en condiciones informales. 

Desde 2004, y por una iniciativa del entonces presidente Néstor Kirchner, se puso en vigencia una moratoria previsional que le permitía a todas aquellas personas que tuvieran edad para jubilarse -sin importar si contaban o no con los aportes requeridos- pudieran hacerlo sin complicaciones.

De las 2.700.000 personas que accedieron a la jubilación, el 86 por ciento fueron mujeres, por lo que se conoció la medida como “la jubilación para amas de casa”: es decir, que se trata de un perjuicio directo a miles de mujeres que trabajaron en condiciones informales y no podrán acceder al derecho del haber jubilatorio.

En la actualidad, se estima que el 36 por ciento de las trabajadoras no tienen asegurados ni los aportes previsionales ni la obra social, según informa un artículo de laizquierdadiario.com. Se trata fundamentalmente de tareas de limpieza, largas jornadas en el campo por una paga diaria mísera y en negro, así como de las cuidadoras por excelencia de todo familiar enfermo.

Incluso las que alcanzan estudios superiores y puestos profesionales, el sistema machista las obliga a dejar sus trabajos para dedicarse al cuidado de los hijos. La moratoria ideada por el kirchnerismo intentó generar el acceso a una jubilación, pero no alcanzó a atacar el problema de origen: la precarización.

Las estadísticas de la Anses contabilizan que 9 de cada 10 personas que tomaron esta moratoria son mujeres. Mientras tanto, la medida de suspensión del gobierno de Macri apunta a la creación de una nueva ley que contemple un haber mínimo lo más universal posible, bajo la excusa de que “es injusto que la gente que contribuye reciba lo mismo que la gente que no contribuye”.

Este argumento representa una excusa inmoral, ya que cerca del 40 por ciento de los trabajadores están en negro, es decir, que no aportar al sistema de previsión social no es una decisión del trabajador sino un incumplimiento de la patronal que lo contrata.

El aviso de que buscarán sancionar una nueva ley no es más que una afirmación coyuntural, puesto que la discusión podría llevar tranquilamente los cuatro años que restan de Gobierno macrista.

Basavilbaso fue el director del Instituto de la Vivienda de la Ciudad, organismo que según estadísticas que publica el propio gobierno porteño, no construyó un metro cuadrado en tres años.