El hecho es policial y puso en vilo al país. Pero también es social. Es la tristeza de ver a miles de personas viviendo en situación de calle, sin techo, sin baño y sin un plato caliente de comida. 

En ese estado de indefensión social se encontraba Maia Beloso cuando desapareció de la casilla que compartía con su familia. Su captor Carlos Savanz también vive en la misma realidad de la pobreza extrema.

El tema no se agota ni se cierra en Maia, sino en la necesidad de resolver la situación de cada Maia que camina las calles del país.

Como retrato de un momento apareció el video de cuando los encontraron y una joven agente la cubre con su campera para que deje de pasar frío.