El primer civil condenado (junto a su hermano) por delitos de lesa humanidad durante la última Dictadura Cívico-Militar fue escrachado en la terminal de Retiro. 

Julio Méndez viajó desde Tandil a Buenos Aires con la excusa de hacerse exámenes médicos, y no estuvo acompañado por ningún efectivo policial, sino por su esposa y un amigo.

Por eso, un pasajero lo escrachó con un video en la terminal donde se lo ve a Méndez retirando su equipaje. En ese mismo micro también viajó la periodista tandilense, Ivy Cángaro, quien realizó una denuncia.

El pasado 1 de marzo, la misma periodista ya había compartido un viaje con Méndez desde Retiro a Tandil donde le tomó fotos para llevarlas a la Justicia. 

Méndez, junto a su hermano Emilio, fueron los primeros civiles condenados por delitos de lesa humanidad el 16 de marzo de 2012  a once de prisión por haber facilitado su chacra para mantener cautivo al abogado laboralista Carlos Alberto Moreno, secuestrado el 29 de abril de 1977 en Olavarría y llevado a Tandil, a 120 kilómetros de distancia. 

En los días de su secuestro, Moreno representaba a los trabajadores de la Asociación de Mineros Argentinos y había iniciado una causa contra Loma Negra, la empresa de Amalita Fortabat.

En el juicio oral quedó probada la complicidad de los hermanos Méndez y fueron condenados por unanimidad al igual que los represores Julio Tommasi, Roque Pappalardo y José Luis Ojeda, penados a prisión perpetua.

En 2014, el TOF de Mar del Plata le otorgó a Méndez la prisión domiciliaria a causa de la diabetes que padece, a pesar de las quejas del bloque del Frente Para la Victoria de esa ciudad y otros sectores políticos.