En esta celebración sangrienta, los fieles se acercan hasta el santuario de  Imán Husein, empuñando en sus manos instrumentos de sacrificio, mientras se van hiriendo hasta llegar al templo ensangrentados, recordando lo que sufrió su líder espiritual.

El Día de Ashura  se celebra en el décimo día del mes de muharram, el primero del calendario lunar islámico.

El espectáculo resulta impactante al ver a hombres y niños vestidos de blanco que van en procesión golpéandose e hiriéndose en señal de duelo. Tras ellos van mujeres y niños vestidos de negro también golpéandose en señal de duelo.

Como se trata de una celebración muy particular, el gobierno iraquí  desplegó decenas de miles de policías y soldados en Bagdad y en la carretera hacia Kerbala, a 110 kilómetros al sur de la capital, la ciudad santa chiíta, para contener a los miles de peregrinos que se acercan hasta el lugar.

La Ashura en Afganistán