Cuatro de los doce efectivos de la Bonaerense desplazados de la fuerza fueron imputados por homicidio doblemente agravado por la tragedia ocurrida en San Miguel del Monte, donde tres menores y un joven resultaron muertos tras una persecución policial.

El capitán Rubén García, de 48 años, y los oficiales Leonardo Ecilape,  Manuel Monreal y Mariano Ibáñez, fueron imputados por los agravantes de su rol de policías y el uso de armas de fuego.

Así lo resolvió la jueza Marcela Inés Garmendia, a cargo del expediente que investiga el fiscal Lisandro Damonte, quien además acusó a Cristian Alberto Righero, José Alfredo Domínguez y Juan Manuel Gutiérrez por falsedad ideológica y encubrimiento agravado.

Como se sabe, tres chicos y un joven de 22 años fallecieron en Monte luego de una persecución de efectivos de la Bonaerense que efectuaron varios disparos contra el vehículo en el que circulaban, que terminó chocando con un camión estacionado.

En tanto, Rocío Guagliarello, la nena de 13 años que logró sobrevivir a la persecución y balacera policial y al posterior choque, permanece internada en estado crítico y con pronóstico reservado, según el último parte médico.