El acuerdo “Precios Cuidados” cobra una especial relevancia luego de la inédita devaluación del peso durante la administración kirchnerista. Pues, como todos saben, las próximas semanas serán clave para el gobierno en su intento de que la variante en el tipo de cambio no se traslade irracionalmente a los precios, en especial, a los comestibles. Sin embargo, lamentablemente, salvo alguna excepción, ni siquiera los medios de línea editorial afín al gobierno se ocupan demasiado de controlar el efectivo cumplimiento del acuerdo para evitar las avivadas de los empresarios puestas de manifiesto en el recurso clásico del desabastecimiento. En cuanto a la prensa opositora, se pasó de augurar el fracaso del acuerdo a su total invisibilización para de esa manera contribuir, justamente, a su fracaso. Así, lo plantean casi como si el acuerdo de precios fuera solo para los ciudadanos de a pie que votan al gobierno, y la conducta casquivana llega a tales extremos que hay quienes prefieren pagar más alto un producto que apoyar una medida que por sí misma no puede detener la inflación pero sí reducir la incertidumbre. Me hacía recordar a un episodio sucedido en Venezuela hace algunos meses. Allí, ante la vergonzosa suba de electrodomésticos impulsados por las grandes cadenas, el gobierno de Maduro obligó a esas empresas a que se le devuelva el monto del sobreprecio a cada uno de los compradores. Lo curioso es que hombres y mujeres opositoras al gobierno de Maduro decidieron no aceptar la devolución argumentando que la inflación era justa y consecuencia del desmanejo económico del populismo chavista. Así, decidieron ser estafados por las grandes empresas antes que convalidar una medida del gobierno, tal como sucede en nuestro país. Aunque pensándolo bien, quizás fue simplemente un esfuerzo económico individual con la expectativa de un futuro con un gobierno distinto, casi un aporte de campaña en pos de una sociedad más desigual de la que se sientan protagonistas y puedan gozar el orgullo glamoroso de ser saqueados por las grandes corporaciones económicas.