Su búsqueda movilizó a la sociedad. Era intensamente buscada tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en la Provincia, y fue hallada en las cercanías de la Universidad de Luján. 

Maia se encontraba con su captor, Carlos Savanz, y los primeros informes indican que se encuentra con buen estado de salud.

Las cámaras de seguridad -una herramienta que puede ser muy útil cuando es bien utilizada- permitió ir rastreando los movimientos del hombre con la nena y centralizó la búsqueda en el oeste del conurbano bonaerense.

Maia y su secuestrador fueron vistos por primera vez a través de las imágenes del Centro de Monitoreo Urbano en la estación Liniers el lunes por la mañana donde se subieron al tren Sarmiento y con el cual viajaron a la estación Castelar donde descendieron.

Luego fueron captados por las cámaras de seguridad del Municipio de Morón que los identificó en la avenida Santa Rosa, que divide Morón del partido de Ituzaingó. De esta forma fueron siguiendo el periplo del captor y Maia hasta que se acercaron a la casa de un tío del secuestrador en Luján.