Ocurrió en California, Estados unidos, donde una joven de quince años junto a su amiga de 16, frustrada porque sus padres no la dejaban entrar a internet después de la diez de la noche, los durmieron con pastillas que habían puesto en un batido de chocolate disimuladamente.


Al día siguiente, los padres se levantaron aturdidos y fueron a la policía para dar cuenta de lo ocurrido, donde realizaron exámenes para identificar la droga que habían incorporado en sus cuerpos.


Al dar positivo, los padres enojados alertaron a la policía para que lleven a las jóvenes a un centro de detención juvenil.


“Mas allá de las ganas que tenían las jóvenes de ponerse a navegar por internet, estamos hablando de un delito grave que no se tiene que volver a repetir”, dijo el policía que recibió a los padres.


La madre de la adolescente envió a su hija al centro de detención para enviarle una señal a ella y a otros jóvenes, ya que no es un hecho aceptable. “Esta no es la primera vez que sucede, ya nos habían sedado en otra oportunidad”, dijo.



Michael Dowell, terapeuta infantil, dijo que drogar a sus padres "no es un nivel saludable de rebelión” y agregó que esto “tiene que ser tratado”. Por otro lado, uno de los agentes dijo que “es demasiado estricto por parte de los padres no dejarle utilizar internet a una joven de 15 años”.


Las chicas, cuyos nombres no fueron revelados por ser menor de edad, fueron arrestadas como delincuentes juveniles. La Oficina del Fiscal de Distrito será la encargada de decidir la gravedad del delito y su posterior castigo.