Camila Speziale, uno de los dos argentinos detenidos junto a otros 29 militantes, en Rusia, por protestar en plataformas del Océano Ártico, dialogó con CN23 desde Rusia, luego de ser liberado pero a la espera de una sentencia. "Me cuesta expresarme y encontrar las palabras justas para explicar lo que pasé", reconoció.

Speziale cree que "no hay respuesta certera de lo que va a pasar. La causa sigue abierta, se exige liberación y que se levanten los cargos. Yo no me siento totalmente libre".

"Estaba sola en un cuarto, las condiciones no eran tan malas como creí que iban a ser", contó la joven tras recibir una fianza que la dejó en libertad pero sin poder salir del país. Y admitió: "Es difícil estar aislada sin saber lo que esta pasando, psicológicamente no es bueno. La fortaleza la saqué pensando en mi familia, en lo que estaba pasando afuera y en todo el mundo, a veces miraba la tele y me emocionaba mucho".

Camila reveló: "Con mis compañeros de Greenpeace no tenía contacto, sólo cuando nos llevaban al comité. Pero fue muy bueno tener el apoyo de mis compañeras, las mujeres con las que caminábamos una hora por día y compartíamos sensaciones".

Sobre la acción que realizó en el asalto al barco, analizó: "De antemano, uno sabe lo que le puede pasar, está en cada uno tomar la decision de hacerlo o no, para mi fue una causa super noble. Salvar el Ártico, salvar una zona virgen que si no se salva ahora va a causar un desastre climático. Es una problemática global, todas esas cosas no son casualidades".

Y concluyó: "Yo estoy en un hotel gracias a la plata de los socios de Greenpeace de todo el mundo que aportan".