Tamara Samsonova, de 68 años, despertó las sospechas de sus vecinos, quienes la vieron sacando bolsas de plástico de su departamento a altas horas de la madrugada, que despedían un hedor insoportable.

Al revisar las cámaras del edificio durante la investigación la policía comprobó que se trataba de la “abuela caníbal”, culpable de la muerte de once personas, por lo que no tardaron en detenerla.

En los videos difundidos por la prensa rusa se muestra lo que ocurrió en la madrugada del sábado 25 de julio, tres días antes de su arresto. Allí se puede ver como Samsonova sube y baja las escaleras llevando bolsas de residuo desde su departamento a la calle. En la última escena se la puede ver trasladando una olla que, según los investigadores, contenía la cabeza de una de sus víctimas.

Según informó la policía, se trata de una vecina llamada Valentina Ulanova, de 79 años. Las otras víctimas incluyen a demás vecinos, ex inquilinos y al esposo de Samsonova, a quien reportó como desaparecido hace 10 años.

En el departamento de Samsonova encontraron un diario donde detallaba cada uno de sus crímenes, como también evidencias que indicaban que se comía parte de los cuerpos que descuartizaba, una práctica que creen que forma parte de un rito caníbal ocultista.