La crecida del río Paraná finalmente obligó a abrir las compuertas de la represa binacional por lo que el efecto inmediato se observó en Corrientes. Con anterioridad ya se había cerrado el acceso turístico al área de visita de las Cataratas del Iguazú.

Las lluvias en toda la cuenca del río Iguazú, mayormente ubicada en Brasil, generaron una crecida histórica que provocó el cierre al acceso a la Garganta del Diablo, el mayor de los saltos de las Cataratas.

Según los especialistas, el Iguazú elevó su cauce habitual de 1.500 metros cúbicos por segundo (m3/s) a más de 45.000; es decir, casi 30 veces por encima de lo normal.

Como consecuencia de ello, en las últimas 24 horas comenzó a crecer abruptamente el cauce del Paraná, provocando desbordes de ríos y arroyos en Misiones, por lo que el gobierno provincial decidió cortar la circulación vehicular en varios puentes.

El ministro de Gobierno de la provincia, Jorge Daniel Franco, explicó que "debido a la fuerte crecida de los ríos Paraná e Iguazú, también comenzaron a crecer en forma desmedida el resto de ríos y arroyos" y que "la fuerza de la corriente pone en peligro la estabilidad de los puentes".

Por su parte el ministro de Salud Pública misionero, Oscar Herrera Ahuad, señaló que "ante esta realidad varias localidades de la provincia quedan prácticamente aisladas, de manera que por instrucciones del señor gobernador desde el Ministerio podemos contar con los servicios del helicóptero de la provincia para el traslado de enfermos y emergencias".

En Santa Fe, el responsable de la modelación y pronóstico hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA), Juan Borus, expresó que la crecida va a provocar que el río Paraná “esté por encima de los 5,20 metros".

El especialista acotó que "este año el río está 50 centímetros más alto de lo que estaba el año pasado, cuando vino la crecida de junio", por lo cual pronosticó que "para la ribera de Santa Fe, esta crecida va a ser más riesgosa que la del año pasado".

El municipio santafesino declaró la emergencia hídrica y el gobierno provincial ordenó evacuar las casi 30 mil cabezas de ganado vacuno que se crían en las islas, desde Reconquista hasta Rosario.

Situaciones similares se viven en Chaco, Corrientes y Entre Ríos, donde técnicos del Ministerio de la Producción temen los daños que puedan ocasionar las aguas, en especial ahora que la represa Yacyretá no pudo contener por más tiempo la corriente.