Apenas subió al colectivo, la señora fue advertida por el chofer sobre la obligación de utilizar el barbijo dentro del colectivo. Pero a ella mucho no le importó.

Después fueron los pasajeros los que trataron de explicarle la importancia de su uso al menos dentro del transporte público, pero esto tampoco pareció importarle y defendía su postura asegurando que ella no usaba "bozal".

La cosa se fue calentando y finalmente tuvo que intervenir la policía que la obligó a bajar del colectivo y fue demorada.