Comenzó la ceremonia para despedir al Papa Francisco, fallecido este lunes a los 88 años. El féretro fue ubicado frente a la tumba de San Pedro, en la Basílica. Por allí pasaron primero los cardenales y allegados; y allí apareció la mujer que se salió de protocolo. 

¿Quién es? Es la hermana Sor Genevieve Jeanningros -de 81 años-, sobrina de Léonie Duquet, una de las monjas francesas secuestradas en la última dictadura argentina. La enfant terrible, como la llamaba el Papa Francisco, pasó los límites y se quedó allí a un costado. 

Y nadie se atrevió a interrumpir su rezo y su llanto, claro. Amiga del Papa, hace hace 56 años que está enrolada en las Hermanistas de Jesús, dónde asiste a las mujeres transexuales y a los feriantes de Ostia.

La imagen es fuertísima.