En un país donde no hay trabajo la gente se la rebusca como puede. Ese es el caso de este pibe que juntó unos pesos para hacer unos sanguches y venderlos. 

Pero en un país donde el Estado le da via libre a las fuerzas de seguridad para que abusen de su poder y hasta se los felicita, la policía considera que está bien tratar así a los ciudadanos. Como un matón este agente amenazó al pibe, lo enfrentó y como le dio bronca el apoyo de la gente le destruyó la mesita donde tenía la mercadería.