El padre del niño sirio de tres años ahogado frente a la costa turca, cuya imagen conmovió al mundo, relató este jueves que sus hijos se habían resbalado de sus manos al hundirse la embarcación que los llevaba a Grecia. Su mujer también falleció.

"Teníamos chalecos salvavidas, pero el barco se hundió porque varios se levantaron. Yo sostenía la mano de mi mujer. Pero mis hijos se resbalaron de mis manos", declaró Abdullah Kurdi a la agencia de prensa Dogan, su hermano Ghaleb, de cinco años, y su madre, Rehan, de 35 años, también se ahogaron.

En la madrugada del miércoles doce refugiados sirios que intentaban llegar a la isla griega de Kos murieron frente a la estación balnearia turca de Bodrum. Kurdi, que es peluquero, buscaba un futuro mejor para su familia escapando de la cruel guerra extremista islámica.

"Estaba oscuro y todo el mundo gritaba. Por eso no pudieron oír mi voz ni mi mujer ni mis hijos. Intenté nadar hasta la costa siguiendo las luces, pero no pude encontrar a mi mujer ni a mis hijos una vez en tierra. Fui al hospital y ahí me enteré de la mala noticia", indicó.