La tradición proviene de la creencia de que la ropa y los restos de un santo fueron colocados en un pozo y tomaron la forma de un 'lingam', una representación simbólica del dios Shiva, que con el tiempo se rodeó de estiércol de vaca. El estiércol es muy venerado por la deidad local Kare Eshwaraswamy, según los aldeanos, quienes recolectan el estiércol y lo colocan detrás del templo de la localidad. Castigar a los mentirosos haciéndolos cargar un burro también es parte del ritual.