El papa Francisco afirmó hoy que el “amor” que siente por Argentina “sigue siendo grande e intenso”, y pidió “perdón” a “los que puedan sentirse ofendidos” por algunos de sus gestos, en una carta enviada al presidente del Episcopado, monseñor Oscar Ojea, dirigida a los argentinos que lo saludaron con motivo del quinto aniversario de su pontificado que se cumplió el pasado 13 de marzo.


“A las argentinas y argentinos que me expresaron su cercanía en el quinto aniversario de mi elección, quiero hacerles llegar mi afecto y gratitud”, comienza la carta de una carilla enviada a Ojea, a la que tuvo acceso Télam.


“Me conmueve descubrir que, además del respetuoso saludo de las autoridades, en esta carta se hayan unido personas de diferentes procedencias religiosas, políticas e ideológicas. Así se confirma que no es imposible encontrar razones para encontrarse y que la unidad es superior al conflicto", aseguró.


Francisco se refirió de esta manera a la carta que firmaron tanto opositores como oficialistas en apoyo al papa Francisco.


En su carta, el Papa sostuvo que el amor por su Patria “sigue siendo grande e intenso”, que reza “todos los días” por su pueblo, al tiempo que pidió “perdón a los que puedan sentirse ofendidos” por alguno de sus gestos. 


“Puedo asegurarles que mi intención es hacer el bien y que a esta edad mis intereses ya tienen poco que ver con mi persona. Pero, aunque Dios me confió una tarea tan importante y Él me ayuda, no me liberó de la fragilidad humana. Por eso puedo equivocarme como todos”, admitió.


En otro párrafo, Jorge Bergoglio le dice a los argentinos que “si alguna vez se alegran por cosas que yo pueda hacer bien, quiero pedirles que las sientan como propias” y agregó: “Ustedes son mi pueblo, el pueblo que me ha formado, me ha preparado, y me ha ofrecido al servicio de las personas”.


“Aunque ahora no tenemos el gozo de estar juntos en nuestra Argentina, recuerden que el Señor ha llamado a uno de ustedes para llevar un mensaje de fe, de misericordia y de fraternidad a muchos rincones de la tierra”, sostuvo Francisco.


Finalmente, pidió por todos los argentinos, “para que sean canales del bien y la belleza, para que puedan hacer su aporte en la defensa de la vida y de la justicia, para que siembren paz y fraternidad, para que mejoren el mundo con su trabajo, para que cuiden a los más débiles y compartan a manos llenas todo lo que Dios les ha regalado”.


“Como siempre, a los que tienen fe les pido que recen por mí, y a los que no tienen fe, les ruego que me deseen cosas buenas”, concluye la misiva fechada ayer en el Vaticano, firmada de puño y letra por Francisco, “con cariño de hermano y de padre”.