“¿Qué mirás, bobo?”, le dijo Lionel Messi a Wout Weghorst en el festejo del partido de cuartos de final contra Países Bajos, luego de un encuentro cargado de tensión y agresión de parte de los contrarios.

La frase despertó la atención del mundo entero, quizás sea la primera vez que Messi insulta a jugador en cámara, aunque tuviera razones sobradas para ello. 

Lo curioso es que la frase, en realidad tiene una historia espectacular. Porque literalmente figura en el techo del Monasterio de San Julián y fue puesta allí hace más de 450 años.

En ese entonces se creía que los religiosos no podían levantar la mirada del piso, porque se consideraba un gesto de mala educación con Dios.

Es por ello que uno de los albañiles colocó allí la advertencia. Casi cinco siglos después, nuestro Messias del fútbol le recuerda a los mortales que la mala educación no está permitida.