Todo comenzó al mediodía de este jueves, cuando la térmica llegaba a los 38° que un hombre oriundo de Santiago del Estero, se puso a rezar en la puerta de la Casa Rosada. 

La policía que se encontraba cerca de Plaza de Mayo, se acercó y le pidió los documentos, y se corroboró que no era una persona peligrosa, que además les comentó que no iba a tardar más de 15 minutos. Se arrodilló y se puso a rezar. 

"Dios me mandó acá", dijo ante los medios y agregó que llegó el miércoles a la noche porque tres días atrás se le había presentado Dios para decirle que le envíe un mensaje a Mauricio Macri para que se arrepienta "de sus malos caminos".