51 empleados de la sucursal Sarandí, en la zona sur del Gran Buenos Aires, fueron despedidos por la multinacional Walmart, quienes se suman a los miles que ya perdieron sus empleos en lo que va de la era Macri.

Según pudo recabar el portal Infogremiales, se trata de un avance en el sentido de la flexibilización laboral, ya que el objetivo de la cadena de hipermercados sería vaciar la sucursal para reabrirla con personal en peores condiciones de contratación.

Desde el gremio de Comercio señalaron a ese portal que la idea de la empresa, en caso de no cerrar la sucursal, es sostenerla pero con horarios rotativos y menor rigidez en las condiciones de trabajo de los operarios.

Tras enterarse del hecho, los 51 despedidos reclamaban este mismo martes por su reincorporación, con el respaldo de la seccional local del Sindicato de Empleados de Comercio Lanús Avellaneda (SECLA).

Fuente: Infogremiales.com