Se trata de una familia cordobesa que tras sufrir una sensación termina de 47 grados puso manos a la obra y buscó en Internet como podían transformar los pallets que tenían tirados en el fondo en una reconfortante, y claro económica, piscina.

"Cubrimos las tarimas con cartón para que no nos lastimemos con las astillas ni se rompa la lona y la atamos con una piola. Compramos lona a 18 pesos el metro y en total gastamos 150 entre la lona, la piola y un tramo de manguera que nos faltaba para llenarla", contó Lisi en diálogo con La Voz.

"Algunos nos criticaron diciendo que no seamos ratas, pero realmente no teníamos para comprar. Intentamos usar lo que uno tiene, lo que importa es estar bien y aplacar el calor. Pensamos que quizás a otras familias pueda servirles la idea", cerró la mujer.