En una conversación privada con jesuitas peruanos durante su viaje a ese país en enero pasado que salió a la luz este jueves en la revista La Civiltà Cattolica, el Papa Francisco reveló que recibe en el Vaticano a víctimas de abusos y aseveró que los ataques sexuales de parte de sacerdotes son "una humillación para la Iglesia".

"A veces se dicen cosas como 'recurso consuelo' y alguno llega a decir: 'Bueno, mirá las estadísticas...el... no sé... 70% de los pedófilos son del entorno familiar, vecinal. Después en los clubes, en los natatorios. La porcentual de los pedófilos que son sacerdotes no llega al 2% , es el 1,6 %. No es para tanto...'", criticó Bergoglio.

"Porque Dios lo ungió para santificar a los chicos y a los grandes y él, en vez de santificarlos, los destruyó. Es horrible. Hay que escuchar lo que siente un abusado o una abusada. Los viernes, a veces se sabe y a veces no se sabe, me encuentro habitualmente con algunos de ellos", agregó Bergoglio en la reunión del 19 de enero. 

"En Chile tuve un encuentro. Cómo su proceso es tan duro, quedan destrozados. Quedan destrozados", planteó el papa argentino, en referencia a la reunión que mantuvo en la nunciatura apostólica en Santiago el 16 de enero, durante su visita de tres días al país trasandino. 
"Para la Iglesia es una gran humillación. Muestra no solamente nuestra fragilidad, sino también, digámoslo claramente, nuestro nivel de hipocresía", enfatizó Francisco.

Las declaraciones suceden quince días después de la decisión de enviar al fiscal vaticano de casos de pedofilia a Chile para escuchar a un grupo de víctimas de abusos sexuales que acusan al obispo de Osorno, Juan Barros, de haber encubierto los ataques sexuales del sacerdote Fernando Karadima, condenado por la Santa Sede en 2011.