Fuertes declaraciones del secretario general de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra), Héctor Ponce, se dieron en el marco de un nuevo paro en una planta de Sancor.

Se trata de la planta de Gálvez, ubicada en la provincia de Santa Fe, donde los empleados iniciaron un quite de actividades por tiempo indeterminado en demanda de soluciones y ante la inminente situación de cierre de fábricas y despidos.

Luego de una asamblea realizada el miércoles, los trabajadores decidieron llevar adelante la medida de fuerza "fuera del ámbito de la planta" para que -indicaron- no se los acuse de "sabotaje ni nada por el estilo". 

En ese marco, Héctor Ponce realizó una fuerte denuncia: "Hay sectores industriales que quieren que Sancor desaparezca", argumentando que "el propio centro de industria lechera, donde se nuclea al resto de las empresas, está estableciendo reglas de juego extorsivas que tienen a Sancor como rehén, y quieren que los trabajadores paguen el rescate".

El dirigente gremial explicó que "hubo un ofrecimiento del Estado de u$s 450 millones, pero las cámaras empresarias pusieron como condición para que ese dinero llegara a Sancor que los trabajadores resignaran derechos adquiridos, flexibilizar el convenio y que no se discutan aumentos salariales este año".

Para el sindicalista esta petición es "descabellada, inconstitucional e ilegal" porque les están pidiendo directamente que violen la ley, y sentenció: "Los trabajadores de Sancor no son responsables de nada, la crisis de la empresa no fue generada por ellos”.

A su vez, remarcó: "Todos los trabajadores del sector lácteo viven esta situación crítica con mucha angustia en general y los de Sancor en particular", dado que "cobraron solamente una parte del sueldo de febrero".