Carlos Slepoy murió este lunes en la ciudad de Madrid, ciudad en la que se encontraba desde su exilio en 1977. El abogado argentino fue una pata más que importante para la defensa de los Derechos Humanos en varios países.

El comienzo de su historia se remonta al 15 de marzo de 1976, cuando fue detenido por un grupo de marinos de la ESMA, identificado como un militante político revolucionario de izquierda.

En la ESMA fue torturado y sufrió simulacros de fusilamiento. Luego fue trasladado varias veces, desde el Departamento Central de la Policía Federal, hasta el penal de Devoto y finalmente la Unidad Penal N°9 de La Plata.

En 1977 obtuvo el exilio junto con otros presos políticos beneficiados por el decreto 423, y ejerció la abogacía en España, acusando el genocidio en Argentina y en varias partes del mundo.

Slepoy, quien se encontraba en silla de ruedas desde los 80 por el disparo de un guardia civil "en estado de ambriaguez" cuando defensió a unos chicos que estaban siendo agredidos, fue uno de los que brindó asistencia jurídica a víctimas de la dictadura argentina ante el juez Baltasar Garzón.

El abogado también participó en las causas contra el ex teniente argentino Ricardo Cavallo, el ex dictador chileno Augusto Pinochet y el ex dictador de Guatemala Ríos Montt.