El pasado jueves se realizó la Tercera Macha Nacional contra los travesticidios y los transfemicidios. El colectivo travesti y trans salió a las calles para exigir el fin de las violencias institucionales sufridas que marcan una expectativa de vida del colectivo de 35 a 40 años.

El fin de los crímenes de odio, de la persecución policial, el acceso al trabajo, la efectiva implementación del cupo laboral trans, el respeto a la ley de identidad de género, la entrega de medicación a quienes viven con VIH-SIDA, y una ley de reparación histórica para víctimas de violencia institucional son algunas de las consignas que se exigieron en Plaza de Mayo.

Además, se conmemoró a Lohana Berkins, histórica referente de la comunidad, así como también a otras reconocidas activistas como Diana Sacayán, Pía Baudracco y Maite Amaya.

Todo sucede luego del histórico juicio por el travesticidio de Sacayán, que terminó el pasado 18 de junio con la condena a prisión perpetua de Gabriel Marino, uno de los culpables del asesinato.

Según las cifras registradas por la Asociación Civil Casa del Encuentro, en lo que va del 2018 se cometieron al menos cuatro travesticidios, aunque se calcula que el número puede ser mayor, dada la invisibilización por parte de la Justicia y de los medios de comunicación de estos crímenes. Además el Archivo de la Memoria Trans afirma que hubo al menos 41 muertes que pueden encuadrarse bajo la figura de "travesticidio social", es decir las que se producen por falta de condiciones de vida dignas dada la ausencia estatal y la falta de políticas públicas para garantizar los derechos del colectivo. 

Fuente: Crónica.