Una anciana de 90 años falleció en las últimas horas en la Villa 31, en medio de un incendio en su vivienda por una vela que estaba prendida porque en la vivienda se había cortado la luz.

El fuego debió ser sofocado por los vecinos, ante la lenta respuesta de los bomberos. "La inacción estatal asesinó a una anciana", sentenció el colectivo villero La Poderosa, que difundió así la muerte de Rufalda Lescano, vecina de la manzana 12 de la Villa 31, donde vivía con sus tres hijos.

La mujer de 90 años tenía movilidad reducida. "Se iluminaba con velas porque también sufría a Edenor, como muchos de nosotros… Y sí, mil veces llamamos a la empresa que nos ofrece parches cuando debería brindarnos una solución real, como también lo hacen la UGIS y la Secretaría de Integración Social y Urbana", sostiene La Poderosa.

Una de esas velas prendió fuego una frazada y provocó el incendio de la casa. Luego, 40 minutos de espera y recursos insuficientes por parte de los bomberos llevaron a que los propios vecinos intentaran combatir el fuego. Pero no alcanzó. En medio del desesperado operativo descubrieron que 17 de los 20 extinguidores otorgados por el Gobierno de la Ciudad a las familias relocalizadas no funcionaban.