La rutina de la empresa Pivotal, se convirtió en éxito. Su creador, Rob Mee, logró con un desayuno gratis por día, mejorar la calidad de trabajo de sus empleados y, además, su rendimiento.

Pivotal Software cuenta con 20 oficinas en distintos países y todos sus empleados y empleadas tienen que estar listos para empezar a trabajar a las 9:06. Sí. Exactamente a esa hora.

En ese momento repica una campana o suena el estruendo de un gong para que todos se congreguen en una reunión general, que dura entre cinco y diez minutos y a la que todos asisten de pie. Después no hay más reuniones ni compromisos que los distraigan de su labor por el resto del día.

"Me di cuenta de que los programadores, si los dejas frente a sus equipos, pueden no ser productivos hasta las 10 de la mañana. Y si no han comido adecuadamente, a las 11 tendrán hambre y pararán para comer, con lo cual luego la tarde se les hará larguísima. No es muy eficiente", sostiene Mee.

Todos los empleados de la compañía, que se dedican a proveer servicios de desarrollo de sistemas, tienen desayuno gratis antes de empezar a trabajar.

Con el final de la jornada los jefes de Pivotal también son estrictos: todo el personal tiene que estar fuera de la oficina a las 6 de la tarde en punto y nadie está autorizado a trabajar después del atardecer.

Valorada en US$2.800 millones, la empresa tiene entre sus inversores a Dell y Microsoft, al conglomerado General Electric y al gigante automotriz Ford. Y se encarga de entrenar a los equipos de software de otras compañías, incluidas varias firmas de tecnología, en cómo programar mejor.