Michetti despejó con dudas y le dejó el gol servido a Macaya: el comentarista tuvo la chance de dejar en ridículo a la vicepresidenta y no la desperdició, apenas necesitó traducir con sentido común que el Gobierno pretende minimizar la maniobra electoral.

Durante la respuesta de la funcionaria, la histórica voz de análisis del fútbol argentino escuchaba con atención y esperaba una reflexión más convincente. Sin embargo, ante las nulas palabras decidió exponer la insensatez de Michetti.