Un informe realizado por "Chequeado.com", demuestra que desde la sanción de la Ley de Identidad de Género, en 2012, hay un promedio de cinco personas de la comunidad trans que pudieron cambiar su DNI a uno acorde a la identidad que sienta. 

Esta ley, define como identidad de género "a la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponde o no con el sexo asignado al momento del nacimiento". Gracias a estas leyes, la comunidad pudo acceder a distintos derechos. 

María Rachid, directora del Instituto contra la Discriminación de la Ciudad de Buenos Aires y Secretaria General de la Federación Argentina LGBT, explicó que "se trata de un primer reconocimiento del Estado al derecho de ser uno mismo y no otro" y agrega: "Es un derecho fundamental para acceder al resto de todos los derechos". 

Un informe realizado en 2014 por la fundación Huésped y la Asociación Travestis, Transexuales y Transgénero Argentina (ATTTA) reflejó que desde que se implementó la ley, disminuyeron  las situaciones de violencia y discriminación sufridas por la comunidad en distintas instituciones, como médicas o educativas.

Además, la ley marcó un precedente a nivel mundial, que a diferencia de países como Holanda, la que se sancionó en el país, no es necesario "acreditar intervención quirúrgica por reasignación genital total o parcial, ni acreditar terapias hormonales u otro tratamiento psicológico o médico". También permite el acceso gratuito a tratamientos hormonales y a cirugías para la reasignación genital.