El premio le fue entregado a Cristina por el brasilero José Graziano da Silva, titular del organismo que destacó que la Argentina ha mantenido la desnutrición por debajo del 5 por ciento, habiendo alcanzado la meta del Primer Objetivo del Desarrollo del Milenio, propuesto por la FAO.

Según el organismo dependiente de la ONU, la Argentina ha vivido mejoras en distribución alimentaria, integrando la lista de países con mejor desempeño en las metas de erradicación de la pobreza y el hambre.

Además integra el grupo de las 16 naciones de América Latina que logró el Objetivo de Desarrollo del Milenio de "reducir a la mitad el porcentaje de personas que padecen hambre", con subalimentación por debajo del 5 por ciento.

En ese sentido, la FAO destaca la implementación del plan Progresar y la suba de las jubilaciones son medidas que facilitan el acceso a los alimentos, sosteniendo que el "hambre cero" en nuestro país se debe a la AUH, que beneficia a 1,8 millones de familias, y el nuevo Estatuto del Peón Rural.

"n su "Boletín de la Seguridad Alimentaria y Nutricional", el organismo destaca la creación de una línea de financiamiento a productores lecheros y la Ley Nº 27.118 de "Reparación Histórica de la Agricultura Familiar para la Construcción de una Nueva Ruralidad en la Argentina", como una de las "medidas orientadas a la disponibilidad de alimentos".

Asimismo, hace hincapié en el programa Precios Cuidados como una medida tendiente a "facilitar el abasto alimentario a través de mejoras a los sistemas de comercialización".

En su nuevo informe "Los alimentos y la nutrición en los números", publicado en mayo del año pasado, compara los años 1992 y 2014 y destaca la caída en la mortalidad infantil en la Argentina, la extensión de la expectativa de vida, mejora en la provisión de agua potable y saneamiento.

Según el organismo, la mortalidad infantil alcanzaba a 25.7 niños por cada 1.000 nacimientos vivos en 1992, reduciéndose al 13.3 por mil en 2014, lo que representa una reducción de casi el 50 por ciento.

En tanto, la expectativa de vida se extendió cuatro años, de los 72 a los 76, vinculado a que la población ha tendido acceso a fuentes mejoradas de agua, lo que se incrementó desde el 96.9 por ciento en 2002 al 98.7 por ciento en 2012.