La ahijada de Jonathan Fabbro, se presentó el 8 de agosto en la sala especial del Cuerpo Médico Forense, que depende de la Corte Suprema de Justicia, donde la menor respondió a través de la Cámara Gesell la acusación hacia el jugador de fútbol: su padrino la habría abusado sexualmente frente a la casa de su abuela en su auto. Según dijo los abusos habrían ocurrido durante al menos, cinco años. 

La madre se enteró luego de que la menor se lo contara, y no dudó en denunciarlo a la comisaría N°52 de la Policía de la Ciudad, por lo que se generó una causa en el Juzgado N°32 del doctor Santiago Quian Zavalía. 

Por su parte el jugador, contrató como abogado defensor a Fernando Burlando y a un perito de parte, Mariano N. Castex, uno de los expertos forenses más reconocidos. 

La cámara Gesell de H. fue presenciada por el abogado querellante de la menor, Gastón Marano, por un letrado sustituto que designó Burlando, por el perito Castex, por parte de la querella, el perito fue Alejandro Basile y por el juez Quian Zavalía. La única interlocutora de la menor fue la psicóloga de la Corte Suprema a cargo de la pericia.

Según fuentes que consultó Infobae, la psicóloga del Cuerpo Médico Forense aseveró que los dichos de la menor son "verosímiles" en un muy alto grado y que la menor no fabula. Es decir, al acusar a Fabbro de delitos bestiales, de acuerdo a una evaluación de una perito de la Corte Suprema, podría estar diciendo la verdad.

 La calificación del expediente en el Juzgado de Instrucción N° 32 es la de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo. En el caso de que el mediocampista sea juzgado y encontrado culpable podría recibir hasta 20 años de cárcel; 15 es el máximo por abuso, otros cinco años pueden ser agregados por el agravante de vínculo.

En abril de este año, el hermano mayor de la ahijada del futbolista encontró una conversación donde Fabbro le pedía fotos a la menor. "Mandá fotos", le pedía a lo que la menor se negaba rotundamente y le respondía que eso se lo debía pedir a su novia.   Luego, Fabbro se puso un poco insistente. Comenzó con emoticones, caras tristes, de llanto, caras de ansiedad. "¿Tenés jeans? A verlooo", dijo el jugador, antojadizo. "No, pollera", respondió ella. Finalmente, la niña le envió dos fotos a su padrino futbolista, ninguna en una pose sensual, ninguna imagen provocativa.

Por lo pronto, el iPhone 5 de la menor fue entregado a la división Cibercrimen de la Policía de la Ciudad para ser peritado.

Fuente: Infobae