La publicación “Tendencias Económicas y Financieras” precisó que los despidos laborales que acumula la gestión de Mauricio Macri en lo que va del año sumaron 41.921: dicho estudio indica que este nivel “supera en 80 veces al de igual mes de 2015”.

El informe se difundió en la revista influyente en el ámbito empresarial y que circula por suscripción. Es de publicación semanal desde hace más de 40 años y, según su director, el economista José Luis Blanco, “presenta en forma sistemática un análisis completo y actualizado de la evolución económica argentina: monetaria, fiscal, comercio exterior, balance de pagos, mercados internos, laboral e industrial, Bolsa y análisis de balances”.

Despidos

El 50 por ciento de ellos “se localizaron en el sector público”: Jefatura de Gabinete, Congreso de la Nación, ministerios, gobiernos provinciales, administración pública provincial, organismos, empresas y dependencias estatales. En cuanto a empleados municipales, sumaron 10.289 cesanteados y representaron la mitad de los correspondientes al sector estatal.

La consultora destaca en el texto que “el gobierno avanzó en la revisión de contratos, muchos temporarios, que no fueron renovados”.

“El restante 50% de los despidos totales se localizó en diversas ramas del sector privado como construcciones, metalúrgica, laboratorios, comercio, frigoríficos, gastronómicos, editoriales, minería, textiles, indumentaria y servicios”, añade Tendencias.

Suspensiones

Sumaron 7.865 en enero y superaron en 3,2 veces a las registradas un año atrás: “Se verificaron principalmente en el sector privado, en transporte aéreo, petróleo, autopartes, construcción, alimentos, textil, cerámica e industria de biodiesel”, y el resto se localizó en la Central Río Turbio y en la construcción de vías férreas, puntualiza el informe.

Huelgas

“Los paros también se incrementaron, tanto si se considera el número de trabajadores involucrados -118.663 obreros, con un aumento del 67% anual- como la duración de los conflictos, del 157% anual”, informa Tendencias.

Las medidas de fuerza se localizaron en las administraciones provinciales, el Correo Argentino, hospitales, municipios y organismos, mientras en el sector privado los conflictos “fueron variados” y abarcaron a bancos, transporte, petróleo, alimentos, transporte aéreo, subtes, pilotos, textil y taxis.