La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) llevará adelante una jornada nacional de protesta por reclamos salariales, laborales y de infraestructura a Mauricio Macri y al gobierno provincial: en el caso de la Ciudad de Buenos Aires, el principal sindicato del distrito UTE-CTERA realizará un paro de 24 horas por la insuficiente propuesta del 21,5% de aumento.

La gestión del ministro de Educación nacional Alejandro Finocchiaro, quien asumió a mediados de julio en reemplazo de Esteban Bullrich, tendrá su primer revés al no poder consensuar la suba de haberes.

Los docentes se concentrarán frente a la sede del Ministerio de Educación de la Ciudad, para después marchar hasta el Congreso: “El 21,5 por ciento es una de las recomposiciones salariales docentes más bajas de todo el país, inferior incluso al aumento del 30 por ciento en el Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL) que tenemos que pagar todos los porteños”, criticó el secretario general de la UTE, Eduardo López, en declaraciones a Télam.

"El aumento del 21,5 por ciento otorgado por el gobierno es claramente inferior al incremento del costo de vida que reconoció el propio índice de precios del Ejecutivo porteño", asegura el informe de la secretarí­a gremial de UTE.

Por su parte, el titular de Ademys, Jorge Adaro, admitió que “hay otros 15 sindicatos (porteños) que firmaron el acuerdo, pero no representan a la docencia. Somos los dos únicos sindicatos (UTE y Ademys) que no hemos acordado con el gobierno de la Ciudad el aumento salarial del 21,5%”, remarcó.

Los representantes de los sindicatos expresaron su rechazo también a la reforma en la escuela secundaria, porque “diluye el quinto año y lo transforma en pasantías en empresas. Los alumnos estarán medio año en la escuela y medio en la empresa”, con el consecuente efecto en las horas de trabajo de los docentes.

“Esta reforma beneficia a las empresas que van a tener a los alumnos trabajando a mucho menor costo de lo que debería pagarle a un empleado, y en un contexto económico donde hay miles de despidos va a bajar incluso el salario de los trabajadores”, evaluó.

Autoridades de la Ciudad aseguraron a Ámbito Financiero que el gobierno porteño descontará la jornada no trabajada. La última medida de fuerza fue el 11 de julio, tras una decena de huelgas en lo que va del año, en un distrito con 290 mil alumnos que asisten a escuelas públicas.