La diputada Elisa Carrió, que en las últimas horas se ganó el centro de la polémica por su propuesta de no abandonar las propinas para combatir la crisis, demostró que sus acciones no se condicen con sus palabras.

Un trabajador que la atendió en un café reveló que tiempo atrás la legisladora dejó menos del 10% acostumbrado y la tildó de miserable, por lo que sus recientes declaraciones tienen poca significancia real. Carrió acreditó la versión y hasta dio las tristes explicaciones del caso, ese gesto que muchas llaman "culpa".