Luego de la muerte de Emanuel Garay, uno de los cadetes de 19 años que el pasado lunes sufrió torturas durante el primer entrenamiento para ingresar a la escuela de policía de La Rioja, se evidenció la brutalidad de las practicas físicas a las que son expuestos los aspirantes. 

Jorge, otro de los doce cadetes sometidos al polémico entrenamiento, terminó internado por deshidratación y con una insuficiencia renal. "Nos ramearon, nos tiraron al suelo, no nos dieron agua durante 6 horas. Tuvimos que tomar agua podrida de un pozo donde había sapos", sostuvo en diálogo con Telenoche.

Por su parte, Luis Oropel, también fue trasladado a la provincia de Córdoba a un centro de mayor complejidad ya que sufre un cuadro grave de deshidratación e insuficiencia renal. Lucia explicó además, que el joven estuvo "nueve horas de entrenamiento físico muy duro y bajo altas temperaturas que hubo ese día, pero más allá de eso (los instructores) han tenido la crueldad de no darle a los chico ningún tipo de hidratación".

"Como todos los chicos, tenían todos los músculos rotos debido al excesivo trabajo físico que tuvieron y eso ha liberado toxinas que se les pegaron en los riñones, los ha paralizado y dejaron de funcionar", contó su hermana.