Durante las primeras horas de este martes, la sede de Radio Nacional se convirtió en el reflejo del ajuste que las autoridades del Sistema Federal de Medios Públicos, que encabeza Hernán Lombardi, decidieron en los medios públicos: la propia radio, la Agencia Télam y Canal 7.

Mientrsas en 2017 se vino ejecutando en las filiales del interior -alrededor de 30 despidos- el 2018 arrancó con un brutal plan de cesantías que todavía no tiene un número concreto, ya que tanto la directora Ana Gerschenson y su vice, Pablo Ciarliero, se negaron a adelantar una lista con las bajas y decidieron que personal policial prohíba el ingreso de los despedidos a sus puestos sin previo aviso.

Cecilia Bari, secretaria general de ATRANA, alertó en declaraciones a FM La Patriada sobre los despidos en Radio Nacional que "alcanzan a todas las radios del país" y que serían "más de 400". Bari aseguró que por estas horas, las bajas acumulan a 100 trabajadores solamente en el ámbito de la Ciudad, en lo que forma parte de lo que será un plan que incluirá jubilaciones anticipadas y retiros voluntarios.

Vigilia. Desde temprano los trabajadores fueron retenidos en el ingreso a sus puestos por personal policial.
Vigilia. Desde temprano los trabajadores fueron retenidos en el ingreso a sus puestos por personal policial.

El secretario adjunto del Sindicato de Prensa de Buenos Aires, Carlos Saglul, reveló en AM 750 que se trata de un plan de vaciamiento sistemático y generalizado, que provocó que algunas de las 47 emisoras en todo el territorio hayan quedado como repetidoras, ya sin un plantel mínimo de operadores técnicos. 

Hace unos días, se viralizaron en las redes las imágenes que daban cuenta de la persecución gremial encarada por el propio Ciarlero, grabando con su celular las asambleas de los colegas, para identificarlos y discernir las bajas.