Durante la nueva audiencia del juicio que lleva adelante el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 9 por el crimen de Ángeles Rawson, está previsto que declaren ocho testigos.

Entre ellos, la empleada de una inmobiliaria que, tras el crimen, se acercó a la Justicia para declarar que en 2011 fue acosada sexualmente por Jorge Mangeri, único acusado en el juicio, quien le habría ofrecido "cien pesos" para ir al sótano.

María Esther Hernández, de 52 años, ejecutiva de cuentas de una inmobiliaria de la zona de Palermo, declaró en su momento que cuando vio al portero Mangeri detenido por el crimen de Ángeles, se presentó a la Justicia para contar un acoso sexual que había sufrido por parte de él.

Hernández ratificó sus declaraciones anteriores ante el TOC 9: primero lo había hecho ante la División Homicidios y luego ante el juez de instrucción Javier Ríos, y en ambas oportunidades explicó que el hecho ocurrió durante el invierno de 2011.

La mujer explicó que en ese momento trabajaba para la sucursal de Humboldt y El Salvador de Fast Propiedades y un día pasó por la cuadra de Ravignani entre Santa Fe y Paraguay para averiguar datos sobre una casa tomada y un supermercado chino que podrían interesarle a la inmobiliaria.

Contó que se puso a hablar con Mangeri, que en ese momento estaba barriendo en la puerta del edificio donde trabajaba, situado en Ravignani 2360, junto a la casa tomada, y le preguntó por la propiedad.

La mujer relató que, tras conversar con él y cuando se alejaba, éste la llamó por su nombre y le dijo: "¿No quiere bajar al sótano? Sólo tengo cien pesos para ofrecerle". Hernández recordó que se indignó y, según le contó a la Justicia en su momento, lo "reputeó de arriba a abajo".