O'Naturel revolucionó París al ofrecer la experiencia de comer y beber totalmente desnudo en una atmósfera intimista y única. Los responsables de este proyecto son  los gemelos Mike y Stéphane Saada, de 42 años, ex empleados en el mundo de los seguros que no practican el nudismo.

Una cortina, de un blanco impoluto, aleja a las miradas curiosas y habilita la entrada a un mundo en el que los cuerpos no son un tabú y el respeto hacia el espacio del otro es clave. 

"Las malas sorpresas se detectan en Internet o cuando nos hacen preguntas impertinentes por teléfono. En ese caso, rechazamos (la reserva) o les decimos que se busquen otro lugar", afirma Stéphane que es tan tajante, como Mike, al asegurar que "No porque haya nudismo hay sexualidad". 

El lugar cuenta con 20 plazas y un menú de 49 euros. Solo abre por las noches y tiene un cómodo espacio para que los comensales puedan desvestirse y dejar sus pertenencias incluidos los teléfonos móviles para evitar cualquier tipo de malentendido o inconveniente. 

Los dos gerentes son los que se encargan de servir la comida aunque deben ir vestidos ya que los obliga la ley. En el comedor de paredes azules, las sillas están cubiertas de fundas negras, "de uso único" para mantener la higiene del lugar. 

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Si bien recibieron críticas- en especial de vecinos de la zona- muchos se mostraron más que encantados con la novedad. En septiembre de este año, París dispuso por primera vez durante una semanas de un espacio nudista en un bosque del este de la capital, que cuenta además con una piscina que propone a los adeptos de esta práctica unos horarios específicos para que naden sin malla.

Fuente: AFP