"A meses del primer round electoral surge un interrogante: ¿cuánto nos cuesta la elección en la Argentina? Sobres, boletas, impresión de padrones, cuartos oscuros portátiles, son solo algunos de los elementos requeridos para llevar adelante los comicios legislativos", comienza el artículo acompañado por el análisis del periodista Pablo Fernández Blanco, para el canal web LN+.

En la bajada, la nota anticipa que se hablará sobre "qué significa para el bolsillo de los argentinos", de lo que se desprende que las elecciones son un gasto demasiado oneroso para el Estado, según las cifras aportadas por el ministerio del Interior.

Tildar como negativa la cantidad de dinero que significa la preparación de la jornada eleccionaria es atacar a la democracia en su esencia más tangible, y presuponer que se busca un giro hacia el sistema digital -que ya fue completamente demostrado como inservible- es hacer una lectura "positiva". La otra significación ya es bastante más jugada, y apuntaría a descartar la democracia porque tienen un presupuesto demasiado elevado.